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"Tener un contacto con la institucionalidad y con una estructura más formal como lo es un consejo de cultura fue lo que me llevo a participar del consejo audiovisual, el cual podría hacer más grande lo que venía haciendo; escribiendo, analizando, enseñando y organizando eventos.  Expresa  este hombre quien ha pisado infinidad de aulas impartiendo sus conocimientos a jóvenes universitarios, los mismos que después de muchos años lo recuerdan y saludan en las calles, pero que entre tantos rostros él no logra identificar.

Sentado en el sofá azul de su casa, un lugar en el que se respira la cultura; y en el que se evidencia la mezcla vanguardista con elementos que ha dejado un legado cultural como tornamesa y máquina de escribir,  Oswaldo agradece a la Administración Municipal por generar estos espacios de ciudad tan importantes: "Si no fuera por eso toda actividad que se hace estarían aisladas, lo que limitaría el flujo de información, de conocimiento, de artistas, de intelectuales.  En el Consejo Municipal de Cultura se pueden lograr muchas cosas".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como él, muchos ciudadanos le apuestan a un trabajo que va más allá de la remuneración; una misión de ser consejeros culturales, cuya labor se ampara en la ley 397 de 1997 (Ley General de Cultura) y lo direcciona la Secretaría de Cultura Ciudadana desde el Sistema Municipal de Cultura. Actualmente el Consejo Municipal de Cultura está conformado por 43 representantes de diferentes sectores y áreas artísticas , un espacio para el encuentro de saberes y la convergencia de posturas colectivas que permiten el fortalecimiento cultural y patrimonial en Medellín.

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Consejos de cultura de Medellín, bajo la mirada de un crítico del séptimo arte.

"La cultura es como Dios; está en todas partes", así lo expresa un ciudadano que desde hace  un poco más de 4 años hace parte del Consejo Municipal de Cultura, un espacio de encuentro, concertación y sugerencia de la sociedad civil con la instancia oficial local para la atención de los campos artísticos, culturales y patrimoniales en el Municipio y en el que convergen gremios y personas como Oswaldo Osorio, crítico de cine y profesor universitario interesado en trabajar por la cultura en Medellín.

Entre libros, música y el séptimo arte  Oswaldo ha creado lo que podría denominarse la película de su vida, donde el conocimiento, el equilibrio y la buena vida, se mezcla con la vocación pública para promover desde su quehacer diario  lo audiovisual; un área que reúne a productores, realizadores, guionistas, técnicos audiovisuales, creadores en el área de animación, entre otros .y que se suma a las áreas artísticas, mesas y demás sectores  que conforman el consejo municipal de cultura, para pensar en políticas públicas que permitan estimular el desarrollo cultural, actuando como entes articuladores de las actividades relacionadas con el fomento, la promoción y difusión del patrimonio cultural y artístico en las entidades territoriales de la ciudad.

EL CINE SE CULTIVA EN EL CAMPO

“La cultura debe integrar todos los pensamientos y

las acciones para un territorio”

 

Sergio Cardona Ospina

Consejero Cultural

Corregimiento San Sebastián

de Palmitas

 

A tan solo 45 minutos de Medellín por la vía al túnel se encuentra San Sebastián de Palmitas, un corregimiento fundado en 1742 con el nombre de San Sebastián de la Aldea y que hoy día se conoce como Palmitas por la cantidad de palmas de cera que crecen en su territorio convirtiéndose además en la tierra de ensoñación, suelo fértil de yuca, cebolla, caña, café y tradición.

 

Asentado en una ladera de alta pendiente en la que predomina un clima frio,  puede encontrarse grandes riquezas, entre ellas; su gente. Personas pujantes que entre paisajes agrarios y caminos de arriería se la juegan toda por ver crecer ese pedazo de tierra que es patrimonio rural y que para sorpresa de muchos encierra una gran historia, donde aún se conserva las tradiciones campesinas  y se puede sentir la frescura del campo. 

 

Sergio Cardona Ospina, consejero cultural,  es uno de los  4.200 habitantes de este corregimiento y con tan sólo 23 años de edad ha forjado un cúmulo de proyectos que  buscan hacer visible este lugar.

Los conocimientos adquiridos en la Universidad de Medellín mientras estudiaba Comunicación Corporativa y el ser miembro del Consejo Cultural le han permitido reflejar su profesión y vocación en el arte que es, según su apreciación, la forma de llegar a las personas y transmitir realmente un cambio hacia el ser.  

 

Palmitas cuenta con un teleférico que conecta tres veredas, pero también cuenta con un colectivo artístico y comunicativo que promueve la participación social, además de dar identidad al corregimiento y a todas las características rurales que lo representa. Sergio, el joven de tez blanca, estatura media quien nunca dice no y considera que todo se puede hacer hace parte de él y desde entonces no ha parado de buscar estrategias que permitan comunicar a la comunidad todo lo que pueden hacer por este espacio territorial de Medellín.

La pasión por los libros, la fotografía, el arte y lo audiovisual ha llevado al consejero cultural al desarrollo de  un proyecto llamado “Cine entre Montañas” que busca a través de un cineclub impartir mensajes a los niños, jóvenes y adultos de las 8 veredas del corregimiento,  de tal manera que las posibles fronteras sean sólo un imaginario y puedan ver reflejadas sus vidas en las historias narradas en el séptimo arte, un trabajo que ha merecido todo el esfuerzo porque ya es referente cultural entre la comunidad. 

Seguir madurando sus ideas es una de las apuestas que tiene este joven reconocido entre los palmiteños como  un hombre emprendedor, el mismo que ve el Consejo Municipal de Cultura como un espacio que encierra conocimiento, donde se preguntan que necesitan las comunas y corregimientos culturalmente y aunque afirma que dentro de sus debilidades esta la terquedad, el creer que todo lo puede hacer solo y el no saber delegar no han sido impedimento para salir adelante pues considera que es lo que es,  tanto por sus pensamientos y forma de ser, como por la cultura que ha vivido: “La cultura debería ser la vértebra principal para direccionar los proyectos hacia el desarrollo, porque la cultura  define todo: lo político, lo social, lo económico y la forma en cómo se interactúa con el territorio y a Palmitas le hace falta sentir más la cultura que se tiene, conocerla, identificarla, apropiarse de ella y volverla la fuente porque es el centro que los lleva a querer ser algo con un profundo sentido de pertenencia”. 

Pese a esta apreciación, día a día, Sergio disfruta lo que hace en beneficio de su territorio, ubicado en el noroccidente de la ciudad y al que todo ser humano debería visitar porque según él es darse la posibilidad de encontrar un espacio en el que se siente y se vive diferente porque: “Cuando está en la ciudad se pueden ver montañas, pero no como cuando se está entre ellas”. 

Por ahora, el joven amante a las narraciones extraordinarias del escritor Edgar Allan Poe, continuará disfrutando de lo que lo satisface; trabajar por su corregimiento, proyectar el colectivo “Cine entre Montañas” y seguir escribiendo su libro “La Vida de un Payaso” que sin duda generará magia porque su manuscrito recrea la historia de una persona que cree en un mundo pero el mundo no cree como es él, mientras que el corregimiento seguirá conservando entre montañas la hermosura de su paisaje natural, el encantador sonido de los pájaros y el carácter campesino de la población. 

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